sábado, 25 de diciembre de 2010

D.9 RAFAEL BELAUNDE, ADELANTE,

RESUMEN DEL PLAN DE GOBIERNO REFERIDO A PUEBLOS INDIGENAS DE LA AMAZONIA – PARTIDO POLITICO ADELANTE:
ESTE PLAN DE GOBIERNO NO CONTIENE PROPUESTAS CONCRETAS PARA LOS PUEBLOS INDIGENAS AMAZONICOS
PROPUESTAS ALUSIVAS A ASUNTOS RURALES:
Reforma del Programa de Educación Rural
El Programa de Educación Rural busca no sólo incrementar la cobertura, sino también la calidad de la enseñanza. Para ello, una de las propuestas esenciales de la reforma es proporcionar a los docentes un incentivo económico de por lo menos el 30% de su sueldo, para que se desplacen hasta los centros educativos ubicados en zonas de difícil accesibilidad. Esto podría asegurar un mayor compromiso con la labor docente.
1.1.1.  Programa Juntos
Con respecto al programa de Transferencias de Efectivo Condicionadas, la mejora de la operatividad gira en torno a cuatro puntos importantes:
i.      Primero, publicar las fichas socioeconómicas de los beneficiarios a través de medios virtuales así como desarrollar  una evaluación anual de la ejecución del programa. De esta manera se puede observar los cambios de indicadores de rendimiento escolar, niveles de salud, alimentación de los niños y registro de identidad de los infantes, y en general los procesos que hacen la posible la transferencia.
ii.     Ampliar los usos del programa para poder integrarlos a esquemas de productividad como el de Sierra Productiva
iii.    Segundo, mejorar paulatinamente el sistema de focalización de los beneficiarios, enfatizando que únicamente se trabajará en las zonas rurales, prioritariamente de la selva y sierra.
iv.   Tercero, implementar un sistema de graduación que permita liberar recursos para ampliar la cobertura.
v.    Finalmente, desterrar cualquier realización de proyectos productivos pero si proveer información de otras acciones del gobierno y la sociedad civil que promuevan el desarrollo de pequeñas y microempresas con enfoque de mercado.

2.    NARCOTRÁFICO Y LA ECONOMÍA DE LA COCA

El problema del cultivo ilegal de la coca aparece con cierta significación a inicios de la década de los 70, durante el gobierno militar y luego que este abandonara los esfuerzos de inversión ejecutados durante el gobierno del Presidente Belaúnde que había iniciado un programa muy intensivo de inversiones en la Ceja de Selva con financiamiento internacional.
El drástico y abrupto recorte de la inversión pública, sobretodo en la zona del alto Huallaga, aunado y agravado aun más por  los efectos perniciosos del proceso de Reforma Agraria puesto en marcha  a fines a mediados del año 69, provocó un decaimiento económico muy significativo, lo que fue terreno propicio para que, con la influencia directa del narcotráfico de origen colombiano, se iniciara un rápido auge en el cultivo de la hoja de coca en esa  región de la selva alta del río Huallaga.
 Desde esos años hasta la fecha, el proceso ha tenido distintas fases en su evolución y lo que era hasta hace algunos años un problema básicamente circunscrito a los sombríos ilegales de la hoja de coca, se ha transformado en la presencia inequívoca de una producción local dedicada aproximadamente en un 95 por ciento  al Clorhidrato de Cocaína. Es decir que se ha iniciado en el país un proceso distinto y claramente vinculado al narcotráfico.
La situación se torna aún más grave desde que, conjuntamente con este  problema, la presencia de grupos armados que dicen defender posiciones políticas ultra radicales, convierten el tema  en un asunto altamente delicado y que merece un tratamiento especial.
Al respecto corresponde tener presente que el denominado PLAN COLOMBIA ha influido directamente en la situación actual; ya que por lo general se reconoce que los requerimientos del narcotráfico para abastecer la demanda internacional de cocaína implican el cultivo de aproximadamente 200 mil hectáreas de coca. En este sentido un exitoso programa de erradicación de la coca en Colombia hace que el área erradicada sea sustituida cultivos en otras zonas geográficas aptas para el mismo. Ello ha ocasionado que las áreas dedicadas a estos fines en el Perú  sean del orden de 60 mil hectáreas y que su cultivo se haya extendido de la zona del Alto Huallaga a Zonas como los valles del Apurímac y del río Ene,  con el agravante de haber  incrementado su productividad.
Dada la complejidad de la situación, debe tenerse en consideración que cualquier planteamiento en busca de lograr enfrentar con realismo el problema  requiere partir de las siguientes constataciones:
En primer lugar tiene que reconocerse  que el narcotráfico genera un efecto pernicioso en la sociedad peruana y que los costos en términos del deterioro de las instituciones, la corrupción y la violencia que le son consustánciales, exceden de manera abrumadora cualquier beneficio que pueda reportar en términos de proveer un medio de vida a un grupo de la sociedad, o como ayuda de ingresos en la balanza de pagos.
Una segunda constatación se refiere a la gran cantidad de compatriotas que tienen en el cultivo de la coca su principal medio de sustento y por lo tanto en el remedio del problema, la sola aplicación de acciones represivas no son parte de una solución duradera sino se le acompaña de un masivo esfuerzo para proveer a los campesinos de actividades—no sólo o necesariamente agrícolas—económicas alternativas verdaderas. El estado y sus instituciones deben mantener una presencia real en las zonas de cultivo.
De otro lado, las acciones de represión del narcotráfico deberán ser mucho más vigorosas, decididas y creíbles si han de tener éxito y deben involucrar el apoyo de las fuerzas de orden pero también de toda la sociedad civil.
·          La coca se cultiva en el Perú principalmente en el Alto Huallaga y en los valles del Apurímac y el río Ene. Sin embargo, existen cultivos de relativa importancia en el Huallaga Central, Aguaytía, y algunas zonas de La Convención en el departamento del Cuzco.
·          El hectariaje se estima en más de 60,000 Has. Con una productividad que ha ido en ascenso debido en parte al mayor uso de insumos agrícolas.
·          Alrededor del 95% de los cultivos de coca tienen como destino a la producción de narcóticos.
·          En los años recientes muchos productores de coca han pasado a producir pasta básica de cocaína en pozas de maceración propias.
Las acciones del Estado en el área de las relaciones internacionales deben incluir un fuerte elemento encaminado al convencimiento de la comunidad internacional de su corresponsabilidad en el fenómeno de la producción y tráfico de narcóticos y por lo tanto deben afrontar su responsabilidad aportando recursos materiales en proporción conmensurablemente mayor a la que hasta ahora ha estado disponible.
Como parte de esta nueva estrategia, debe reconocerse que el comercio ilegal de la coca se mueve con la misma lógica del libre mercado, generando una “economía de la coca”, que por sus efectos altamente perniciosos no puede ser tolerada; pero que sólo puede ser frenada si paralelamente se logra crear circuitos económicos integrales sustitutorios, pues hasta la fecha el basarse solo en programas de cultivos alternativos ha resultado manifiestamente insuficiente.
Dentro de este orden de ideas el planteamiento de solución debe abarcar aspectos más amplios que deben incluir no solo actividades económicas alternativas, sino además programas definidos de inversión en infraestructura,  nuevas fuentes de financiamiento y de medidas que faciliten y promuevan la incorporación de esas zonas al circuito económico legal.
El esfuerzo en este sentido debe ser una de las tareas de mayor prioridad, pues el riesgo de fracasar en este propósito generará graves daños al país y sobre todo a su estabilidad política y social;  por eso es que desde ya el Estado Peruano debe encarar de manera mucho más efectiva la tarea de eliminar la influencia del narcotráfico en las instituciones fundamentales del País.
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